¿Qué es un área natural protegida?

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la define como ”una superficie de tierra y/o mar especialmente consagrada a la protección y el mantenimiento de la biodiversidad biológica, así como de los recursos naturales y culturales asociados, y manejada a través de medios jurídicos u otros medios eficaces que garanticen que ésta se conserve de manera que pueda responder a las necesidad materiales y culturales de la sociedad presente y futura, es decir que sea sustentable…” (WRI, UICN Y PNUMA, 1992).

Debido a la situación histórica de México, en donde la mayoría del territorio nacional posee diversos regímenes de propiedad, el concepto de Área Natural Protegida fue adecuado a: “zonas del territorio nacional y aquellas sobre las que la nación ejerce soberanía y jurisdicción, en la que los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano, o que requieren ser preservadas o restauradas. Los propietarios, poseedores o titulares de otros derechos sobre tierras, aguas y bosques comprendidos dentro de las áreas naturales protegidas deberán sujetarse a las modalidades que de conformidad con la presente Ley establezcan los decretos por los que se constituyan dichas áreas, así como las demás previsiones contenidas en el programa de manejo y en los programas de ordenamiento ecológico que correspondan…”, este decreto se encuentra en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Artículo 44, LGEEPA).

Actualmente, México cuenta con 177 Áreas Naturales Protegidas Federales, sumando un total de 25,628,239.39 hectáreas, correspondiente al 12% de la superficie total de país; de estas; 41 están decretadas como Reservas de la Biosfera; 66 como Parques Nacionales; 5 como Monumentos Naturales; 8 como Áreas de Protección de Recursos Naturales; 39 como Áreas de Protección de Flora y Fauna y 18 como Santuarios (CONANP, 2016).

¿Qué es un área de protección de flora y fauna?

Son áreas que se constituirán en los lugares que contienen los hábitat de cuyo equilibrio y preservación dependen la existencia, transformación y desarrollo de las especies de flora y fauna silvestres. En dichas áreas podrá permitirse la realización de actividades relacionadas con la preservación, repoblación, propagación, aclimatación, refugio, investigación y aprovechamiento sustentable de las especies mencionadas, así como las relativas a educación y difusión en la materia (Art. 54 LGEEPA, última reforma Enero 2015).

El Nevado de Toluca es una de las Áreas Naturales Protegidas con más antigüedad en el territorio mexicano, decretado inicialmente como Parque Nacional el 25 de enero de 1936, y modificado por decreto presidencial el 1 de octubre de 2013, como Área de Protección de Flora y Fauna.

Conozcamos un poco más:

En los últimos 60 años la intensidad de la explotación de los recursos naturales del Nevado de Toluca ha provocado una disminución en la espesura y vigor de la masa forestal, así como el avance de la superficie de uso agropecuario, ocasionando problemas ambientales como contaminación, deforestación, tala clandestina y erosión hídrica y eólica que ha provocado el aumento de cárcavasIr al glosario de hasta 10 metros de profundidad, entre otros fenómenos (1). Disminuyendo así, la calidad de los servicios ambientales que brinda a la población como regulación del clima, biodiversidad, captura de CO2 y proveedor de agua.

Hidrología.

La infiltración de agua de lluvia al subsuelo, es uno de los valores más reconocidos de esta área natural protegida, ya que la superficie boscosa recibe aproximadamente 1,000 milímetros (mm) anuales de lluvia, esto equivale a 530 millones de metros cúbicos, es decir cerca de 530 mil millones de litros de agua cada año. De acuerdo con el balance hidrológico de la zona, el 20% de la lluvia que se recibe es captada por las copas de los árboles y el 80% restante llega al suelo directamente o desciende por los troncos, formando escurrimientos superficiales que bajan de la montaña o se infiltran en depósitos subterráneos (GEM,1999).

Cabe destacar que los escurrimientos que nacen en las laderas del Área de Protección de Flora y Fauna aportan agua a dos de las cuencas hidrológicas más importantes del país, las de los ríos Lerma y Balsas. El Nevado de Toluca es estratégico para el abasto de agua a la zona metropolitana del Valle de Toluca y parte del Valle de México; y hacia el sur el aporte se extiende hasta el vecino estado de Guerrero (2).

El Nevado de Toluca y las montañas que circulan al Valle de Toluca son eficientes "fábricas de agua", anualmente se extraen del acuífero 422.344 millones de metros cúbicos de agua a través de 383 pozos, sin embargo la intensa extracción de agua subterránea ha dado lugar a un descenso importante del acuífero, hundimientos, desecación de manantiales y lagunas, así como una disminución de caudales en ríos, lo que ha llevado a este acuífero a una sobreexplotación con un déficit de -136.726245 millones de metros cúbicos anuales (3).

Al interior del cráter se localizan dos cuerpos de agua, los lagos de El Sol y de La Luna, estos se formaron al quedar tapada la boca eruptiva del volcán y se consideran entre los cuerpos de agua perennes más altos del mundo con 4,210 msnm. Lo extraordinario de estos lagos hizo que fueran reverenciados por los indígenas desde tiempos remotos.

Regulador del clima.

La vegetación natural es un componente esencial en el funcionamiento ecológico del Nevado de Toluca, tanto por los servicios ambientales que genera como por la biodiversidad que posee. Además, es indispensable para el arraigo y formación del suelo.

La vegetación forestal cumple funciones ecológicas fundamentales, como son: la fijación de carbono (que permite mitigar el efecto invernadero) y la protección de cuencas hidrológicas. Las áreas forestales constituyen al sostén de gran parte de la diversidad biológica, contribuyen a mantener la calidad del aire, el agua y el suelo e intervienen en la regulación de la temperatura del planeta.

Los bosques actúan como esponjas que retardan el escurrimiento, absorben y retienen agua para la recarga de manantiales, corrientes y acuíferos, y controlan la erosión del suelo, reduciendo la cantidad de sedimentos que se vierten en arroyos y ríos. Las áreas forestales juegan un papel importante en el ciclo del carbono, pues los árboles ayudan a remover el dióxido de carbono del aire y añaden a éste oxígeno (1).

Biodiversidad.

La ubicación y las características climáticas y de vegetación del Nevado de Toluca favorecen la convergencia de una gran diversidad de plantas y animales de las regiones biogeográficas neoárticaIr al glosario y neotropicalIr al glosario (Vaca et al. 2007).

Flora y Hongos.

La flora registrada para el APFF Nevado de Toluca asciende a 768 especies vegetales y 124 especies de hongos (4).

Los tipos de vegetación que representan a este majestuoso lugar son:

• Bosque de Pino: se desarrolla entre los 3000 y 4000 metros sobre el nivel del mar (msnm), sobre suelos pedregosos, someros y ricos en materia orgánica, las especies arbóreas predominantes son Pinus hartwegii y Pinus montezumae (González y Madrigal, 1996).

• Bosque de Oyamel: se distribuye de manera fragmentada en altitudes de 2800 a 3400 msnm, la especie arbórea dominante es Abies religiosa (Endara, 2007). El follaje denso de este tipo de vegetación da origen a ambientes de sombra y humedad que favorecen la presencia de un estrato rasante donde abundan los hongos, además del desarrollo de grandes poblaciones de musgos, helechos y hepáticas (4)

• Bosque de Pino-Encino: crecen en altitudes entre 3000 a 3500 msnm, sobre suelos rocosos, poco profundos, ricos en materia orgánica y con abundante hojarasca, las especies arbóreas dominante son Pinus leiophylla, Pinus rudis, Pinus teocote, Pinus montezumae, Pinus pseudostrobus, Pinus ayacahuite, Quercus barbinervis, Quercus acutifolia, Quercus laurina, Quercus castanea, Quercus crassipes, Quercus laeta y Quercus rugosa (Bracho, 1985).

• Bosque de oyamel-pino-encino: se desarrollan entre los 2600 y 3600 msnm, los bosques de oyamel se entremezclan con comunidades de Pinus hartwegii en altitudes mayores a los 3000 msnm, o con comunidades de Pinus montezumae, Pinus leiophylla, Pinus rudis Pinus teocote y Pinus pseudostrobus en altitudes de 2600 a 3200 msnm; o bien con comunidades de encinos (Quercus spp) y pinos (Pinus spp.) formando manchones que crecen arriba de los 3000 msnm, sobre cañadas húmedas y laderas de menor exposición a los rayos solares (Madrigal y González, 1991; Regil, 2005).

• Pastizal o zacatonal alpino: se distribuyen a partir de los 4000 hasta los 4400 msnm en las laderas del volcán y el cráter, las especies dominantes son Calamagrostis tolucensis y Festuca tolucensis, Agrostis tolucensis, Festuca hephaestophila, Trisetum spicatum, Trisetum aff. angustifolium, Agrostis exarata, Muhlenbergia montana y Blepharoneurum tricholepsis (Almeida et al. 1985; González, 1986; Almeida-Leñero et al. 2004).

• Paramo de altura: se desarrolla a partir de los 4400 hasta 4500 msnm sobre los picos y crestas de la cima del volcán, se observan comunidades formadas principalmente por líquenes como Umbilicaria hirsuta, Rhizocarpon geographicum y Alectoria ochroleuca y en la base de las rocas protegidas de los vientos dominan especies como Draba nivicola, Festuca livida, Trisetum spicatum y Plantago tolucensis (González, 1986).

Las aves son un componente importante en el ecosistema ya que ocupan varios niveles tróficos, que han contribuido a mantener la regeneración natural y la heterogeneidad de la vegetación, entre las especies amenazadas se encuentran Dendrortyx macroura (codorniz de árbol) y Oporornis tolmei (chichipe de Potosi); las especies bajo protección especial son Accipiter striatus (gavilán de Cooper), Buteo jamaicensis (halcón cola roja), Parabuteo unicinctus (aguililla de Harris), Falco peregrinus (el halcón peregrino o cernícalo) y Vermivora crissalis (chipe cristal o chipe de Colima) y el gorrión zacatero (Xenospiza baileyi) el cual está en peligro de extinción de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010 (Sánchez-Jasso et al 2013).

En cuanto a los reptiles, algunas de las especies endémicas de México son Crotalus triseriatus (víbora de cascabel), Sceloporus bicanthalis (lagartija), Sceloporus aeneus (lagartija), Conopsis lineata (culebra) y Thamnophis scalaris (culebra). Las especies que se encuentran bajo protección especial son Barisia imbricata (lagarto alicante o falso escorpión) y Sceloporus grammicus (lagartija escamosa de mezquite) (Sánchez-Jasso et al 2013), mientras que el lagarto alicante cuello rugoso (Barisia rudicollis) y la serpiente cascabel (Crotalus transversus) se encuentran el peligro de extinción de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010 (4).

De los anfibios podemos resaltar la presencia del ajolote (Ambystoma altamirani), el siredón de Toluca, ajolote (Ambystoma rivularis), el tlaconete pinto o salamandra (Pseudoeurycea bellii), el tlaconete regordete o salamandra pinta (Pseudoeurycea cephalica), el tlaconete leproso (Pseudoeurycea leprosa), el tlaconete de Robert o salamandra (Pseudoeurycea robertsi) y la ranita de árbol plegada o surcada (Hyla plicata) todas ellas endémicas de México y amenazada de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010 (4).

Finalmente, entre los invertebrados registrados se encuentran los rotíferos (organismos microscópicos que habitan en agua dulce y suelos húmedos, en musgos, líquenes y hongos), se han registraron 35 especies de las cuales 11 de ellas son nuevos registros para México: Aspelta lestes, Cephalodella tenuiseta, Dicranophorus forcipatus, Lecane inopinata, L. sulfata, Lephadella tenuiseta, Leepadella romboides, Notommata glyphura, Taphrocampa annulosa, Testudinella emarginula, Trichocerca bidens (Sarma et al. (2002). También, se han registrado colonias de mariposa monarca (Danaus plexippus) (4).

CO2.

De acuerdo al Plan de Acción Municipal (PACMUN) de la Ciudad de Toluca, en el Valle de Toluca se desprenden 4,328.711 Gigagramos de emisiones contaminantes, de las cuales el 96.33% Gg/año (Gigagramos por año) corresponden al CO2, es decir, 4,169.912 Gigagramos.

En el Nevado habita una gran cantidad de pinos, los cuales absorben 48.870 kg de CO2 por hectárea al año (5), considerando que el Nevado de Toluca cuenta con una superficie en bosque de 46 784 ha, se estaría absorbiendo un total de 2, 286,334.08 kg de CO2 al año.

Es importante considerar esta situación debido a que existen grandes problemas derivados de emisiones de gases de efecto invernadero, como lo son la erosión de suelo, la propagación de enfermedades infecciosas, y el aumento en frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos que puedan presentarse en el Valle de Toluca. Por ello, para mitigar el cambio climático que existe en esta zona y disminuir las posibles consecuencias, es necesario que se establezca un gestionamiento de recursos naturales, es decir, aumentar las superficies vegetales que actúan como sumideros (absorben carbono), evitar la deforestación y aumentar las repoblaciones, especialmente de especies arbustivas (6).

Referencias.

(1) Pichardo Pagaza, I. (2015). EL GUARDIAN DEL VALLE. UN CAMINO HACIA LA SUSTENTABILIDAD DEL NEVADO DE TOLUCA. Estado de México: Fondo Editorial Estado de México.

(2) Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, 2013. Estudio Previo Justificativo para la Modificación de la Declaratoria del Parque Nacional Nevado de Toluca, ubicada en el Estado de México, México. 81 p. + 4 Anexos, total 123 páginas.

(3) ComisiónNacional del Agua, (2015). Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero Valle de Toluca (1501) Estado de México, Diario de la Federación.

(4) “Norma Oficial Mexicana NOM-059Semarnat-2010, Protección ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestres-Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo” (2010).

(5) Arboles contra el cambio climático. (s.f). Recuperado el 04 de Agosto de 2016, de www.elmundo.es/elmundo/2007/08/07/ciencia/1186483337.html

(6) El dióxido de carbono y su impacto en el cambio climático. (s.f). Recuperado el 05 de Agosto de 2016, de www.ecojoven.com/seis/10/co2.html